«¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!», de Harry Harrison, es una obra maestra de la distopía. El libro nos traslada a un mundo de 1999 donde la superpoblación ha llevado al planeta a un estado de crisis constante. Los recursos son escasos y la calidad de vida es baja. A través de los ojos de Andy Rusch, un detective neoyorquino, se nos muestra una sociedad desesperada y hambrienta, luchando por la supervivencia en un mundo de escasez. Aunque esta novela fue escrita en 1966, su mensaje sigue siendo relevante y alarmante hoy en día, cuando la preocupación por el futuro del planeta es cada vez más presente.
«¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!» es una obra maestra de la distopía, un claro ejemplo del poder de la ciencia ficción para explorar problemas reales y actuales. Harrison crea una visión desoladora del futuro que, aunque exagerada, lleva la problemática de la superpoblación al extremo para alertar sobre sus consecuencias.
La novela se mantiene emocionante gracias a su enfoque en la historia personal de Andy Rusch y los conflictos y tensiones en su vida. Sin embargo, no hay una trama convencional con un final feliz: la narración es un flujo constante de sucesos en la vida de Andy y en la sociedad alrededor de él, reflejando el caos y la incertidumbre de un mundo superpoblado.
La preocupación de Harrison por el futuro de la humanidad se ve en cada página de esta novela. No hay soluciones fáciles en «¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!», solo un llamado a la acción para enfrentar las dificultades que podrían llegar si ignoramos los problemas de la superpoblación y el agotamiento de recursos.
«La conexión cinematográfica: ‘¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!’ y ‘Cuando el destino nos alcance’
«Quizás no lo sabías, pero la visionaria novela de Harry Harrison ‘¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!’ sirvió de inspiración para la inquietante película de 1973 ‘Cuando el destino nos alcance’. Esta adaptación cinematográfica, dirigida por Richard Fleischer, muestra una versión futurista de Nueva York, plagada de sobrepoblación y escasez de alimentos. Mientras que la película mantiene la esencia distópica del libro, introduce elementos propios como el controvertido ‘soylent green’, un alimento fabricado, según la empresa, a partir de plancton marino. Sin embargo, su verdadero origen es un oscuro secreto que la película revela en su impactante desenlace. A pesar de las diferencias, ambas obras comparten una preocupación por las consecuencias de un crecimiento descontrolado y un agotamiento de los recursos naturales, haciendo de ‘¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!’ un libro aún relevante en nuestros días.
Sobre el autor de Make Room!
Harry Harrison, nacido en 1925 y fallecido en 2012, fue un autor de ciencia ficción estadounidense reconocido por su habilidad para combinar ciencia rigurosa con narrativas emocionantes y convincentes. Sus obras se caracterizan por su preocupación por temas ecológicos y sociales. «¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!» es considerada su obra más significativa y se ha mantenido como una referencia importante en la ciencia ficción distópica.